Estos días 18 y 19 de noviembre de 2015, tuvo lugar en la Ciudad de México la III Cumbre de Seguridad de Productos de Consumo, con el objetivo de lograr la cooperación entre las autoridades encargadas en Canadá, México y los Estados Unidos para alcanzar un alto nivel de seguridad en los productos que adquieren los consumidores y proveer una cultura mundial de seguridad para trabajar mancomunadamente en la supervisión de las cadenas de abastecimiento de productos que cruzan fronteras internacionales y facilitar la respuesta oportuna de la Industria y los gobiernos a los problemas emergentes de seguridad de productos.
Participando en el panel Manejo de riesgos, el Presidente de la ANFAD expuso cómo la Industria de Aparatos Domésticos ha sido proactiva en la regulación en materia de seguridad. Ejemplificando con la armonización a estándares de seguridad dispuesta para los aparatos eléctricos que entrará en vigor en mayo de 2016 (NOM-003-SCFI), y la propuesta de la Industria para incorporar un sistema redundante de seguridad en los calentadores de agua instantáneos (NOM-011-SESH), explicó el papel de la evaluación de la conformidad de productos en México, que demanda una sinergia entre Industria y Autoridades, para identificar los riesgos de productos inseguros en el mercado.
En este año 2015, ANFAD y Profeco han demostrado que esa sinergia puede ser eficiente a favor de los consumidores, sancionando la competencia desleal. ANFAD monitoreó y denunció ante Profeco unas licuadoras inseguras que desafortunadamente se comercializaban en México y que una vez alertada y prohibida su comercialización fueron retiradas del mercado. Para la Industria de Aparatos Domésticos, la implementación de políticas públicas como las redes de alerta rápida en los países de América del Norte, si bien deben priorizar la seguridad de los consumidores, también deben acompañarse de una Industria responsable. En ANFAD estamos ciertos que la competencia es una fuente para identificar productos inseguros en el mercado, por lo cual es indispensable que efectivamente éstos sean retirados del mercado, se les niegue su importación a México y que por supuesto, no sean comercializados en el mercado formal e informal.